domingo, 28 de agosto de 2016

Cómo enfrentarse a un concierto, examen o audición

Para un gran número de músicos, los días previos (incluso meses previos) a una actuación o prueba pueden ser angustiosos. No hablemos ya del momento en sí, los nervios pueden llegar a dominarnos de manera que no toquemos a pleno rendimiento, provocándonos incluso una actuación con la que no quedemos en ningún modo satisfechos.

Lecturas recomendadas:
La actuación musical: Manual básico para interpretar en público
Como ser feliz si eres musico o tienes uno cerca

Vamos a dar hoy unas pautas para manejar la situación antes de llegar a este estado de nervios que nos imposibilite tocar como sabemos.

  1. No negar el miedo ni alejarse de él. En los días previos a enfrentarnos a una audición, examen o actuación; podemos sentirnos inseguros y temerosos. Y podemos pensar “no, no, esta sensación fuera, no tengo miedo, no tengo miedo.” Pero lo cierto es que sí que lo tienes, aunque sea un poco.No se trata de decir “me voy a poner muy nervioso y lo voy a hacer fatal”, se trata de decir “Es probable que tenga algo de nervios, es normal y controlable.” Familiarizarte con la sensación de miedo y “obligarte” a sentirla es lo que te dará las herramientas para controlarla y aceptarla.
  2. Imaginar la situación. Seguro que cuando te quedan pocos días para el concierto o prueba estarás estudiando todo lo que puedes. Utiliza algunas de tus sesiones de estudio para imaginar que ya estás en la situación, con el público o el tribunal de frente. Cuando empieces a tocar trae a tu memoria las sensaciones de temblor en las manos, boca seca, agitación…. todo lo que te ocurre cuando estás nervioso.Si eres capaz de, a través de la imaginación, sentir todo eso, podrás seguir tocando mientras lo controlas y te concentras en la música.
  3. Evita todos los pensamientos negativos.Cuando estudies, no te desanimes pensando “esto trozo no me sale, ni me va a salir”. Piensa que cometer fallos, los comete todo el mundo. Lo importante es el conjunto de lo que tocas. Además, si no te obsesionas con los pasajes difíciles, liberarás tensión y es probable que te salgan sin ni si quiera pensarlo. Si lo has estudiado bien, los movimientos están ahí, interiorizados. El problema no son tus manos, es tu cabeza.
  4. Prepárate. Piensa en la ropa, en las partituras que tienes que llevar… Especialmente si tienes que hacer una maleta porque vas a hacer una oposiciones o audiciones fuera. Quítate preocupaciones de ese día y tenlo todo controlado con anterioridad para ocuparte sólo de la música.
  5. Prepara tu cuerpo para los nervios. Dale a tu cabeza momentos de nervios, toca delante de un público amigo, de colegas, de familia, grábate… Tienes que temblar antes para saber cómo lo manejas y acostumbrarte a ello. Cada vez que actúes en público, el nivel de nervios bajará.
  6. Prepara tu mente para las críticas. Nunca llueve a gusto de todos. Eso ya se sabe, cuando toques, sea un examen o un concierto, no gustará a todo el mundo. Cada persona tiene criterios muy personales, no podemos satisfacer a todos. Al que sí que podemos y debemos satisfacer es a uno mismo. Ésa es la única crítica importante, la que nos hacemos a nosotros mismos para mejorar nuestra actuación de cara a la siguiente. Autocrítica constructiva, que nos ayude a ser mejores músicos, no para machacarnos por nuestros fallos.
  7. El día DEstructúrate tu tiempo, relájate y no trabajes demasiado el día en cuestión. Descansa bien la noche anterior.
  8. Justo antes de entrar en escena. Vacía la cabeza e imagina lugares bonitos y situaciones agradables. Intenta en la medida de lo posible no seguir estudiando minutos antes.
  9. Salir a escena. Tienes que controlar tanto tu actuación como todo lo que le rodea. Darás una buena impresión si caminas con seguridad hacia el atril. Practícalo en casa.
  10. Manejar los imprevistos. Sé consciente de que pueden pasar muchas cosas el día de la actuación que te aceleren el corazón. Se te rompe una cuerda, tu caña favorita falla, se te caen las partituras en plena actuación… Ten en cuenta todo esto días antes y piensa qué hacer y cómo salvar la situación y mantener la calma.

jueves, 7 de enero de 2016

7 Claves para mejorar tu lectura a primera vista

La práctica de la lectura a primera vista o repentización debe formar parte de la rutina de estudio diaria de cualquier músico. Aunque tradicionalmente ha sido una habilidad exigida casi exclusivamente a los músicos clásicos  (acceso a conservatorio, oposiciones, orquestas...), hoy en día supone una cualidad indispensable también para los profesionales de la música moderna (orquestas, musicales, acompañamiento de artistas...).
Sea cual sea tu caso, es recomendable que dediques entre 10 y 20 minutos todos los días a mejorarla. Como cualquier habilidad, se desarrolla con la práctica. 

1. Escoge material adecuado

  • Comienza con piezas muy sencillas que te permitan adquirir confianza. Puedes empezar incluso con algún método de lenguaje musical para "calentar motores" y repasar especialmente la lectura rítmica. 
  • De forma lógica y progresiva incrementa el grado de dificultad de las partituras, con estilos, ritmos, claves y registros variados.
  • Puede resultar interesante leer material que no esté pensado para tu instrumento
  • Si existe, sigue un método especializado en la lectura a primera vista de tu instrumento. Algunos ejemplos pueden ser:
  1. Guitarra: Sight Reading for the Classical GuitarABRSM Guitar Specimen Sight Reading Tests: From 2009
  2. Piano: Progressive Sight Reading Exercises for PianoABRSM Specimen Sight-Reading Tests for Piano
  3. Violín: Sight Reading Supplement for ViolinImprove Your Sight-reading
  4. etc.

2. Escanea la partitura 

Antes de comenzar a tocar, es importante hacerse una pequeña idea de la pieza o fragmento a interpretar. Observa los siguientes aspectos:
  1. Título y autor. Aunque no siempre es posible, saber el título y el compositor nos ayuda a conocer el periodo histórico de la obra y anticiparnos al estilo y carácter que requiere.
  2. Localiza los signos de repeticiónsaltos, situación de la Coda o presencia de compases de espera. Todo ello nos sirve además para tener una idea general de la forma de la pieza.
  3. Tonalidad y alteraciones accidentales que sugieran la presencia de una modulación. Es interesante tocar la escala de la tonalidad principal para que no nos sorprenda después ninguna nota y teniendo en cuenta el ámbito utilizado.
  4. Compás y tempo. ¿Hay cambios a lo largo de la partitura?
  5. Indicaciones frecuentes de ritmo expresión. Identifica algún pasaje rítmicamente más complejo.
  6. Dinámicas. 
  7. Localiza rápidamente los pasajes que presentan más dificultades técnicas y, si es necesario y te da tiempo, digítalos.

3. Mantén la concentración.

A la pregunta "¿qué cualidades me caracterizan como participante del concurso de Juventudes Musicales?" que se planteó hace años a los 62 participantes de este concurso en Alemania, el 70% mencionaban la concentración. Y es que la capacidad de estar plenamente consciente en el momento presente es vital para cualquier músico
La lectura a primera vista requiere una gran cantidad de procesos mentales que se producen simultáneamente. Es imprescindible, por tanto, estar relajado y completamente concentrado en la partitura para una lectura eficaz. Respira profundamente, relájate y recuerda que el nerviosismo es el responsable de la mayor parte de los errores que se cometen en la lectura a primera vista.

4. Sintetiza lectura y pensamiento.

¿Cuántos puntos hay en total en los dos dados? ¿Y cuántas palillos hay?

Como habrás podido comprobar, con una sola mirada eres capaz de ver los puntos totales de los dados, pero te costará más contar el número de palillos que hay. De la misma manera, podemos leer en música de dos formas distintas:
  1. Juntando las notas en unidades con un cierto sentido (ejemplo de los dados). En lugar de ver por ejemplo las notas de un acorde por separado, percibirlos como una unidad. También podemos reconocer arpegiosmovimientos escalísticos movimientos melódicos armónicos.
  2. Leyendo las notas por separado (ejemplo de los palillos)

5. Lee siempre por delante de lo que tocas.

Uno de los principales factores que contribuyen a los errores en la lectura a primera vista es el simple hecho de que algunas notas nos cogen por sorpresa. Como nuestros ojos observan únicamente lo que viene inmediatamente después, nuestro cerebro no puede procesar la información con la suficiente rapidez. ¿Cómo podemos evitar esta situación?
El proceso es parecido a cuando leemos un texto. Nuestros ojos no se detienen en cada una de la palabras y, de la misma manera, no habría que hacerlo con las notas. Debemos ampliar nuestro campo visual y ser capaces de procesar la información siguiente. La vista siempre debe adelantarse uno o varios compases a lo que tocamos.

6. No te detengas y olvídate de los errores.

A veces pensamos equivocadamente que lo más importante cuando repentizamos es tocar el 100% de las notas. Sin embargo, en mi opinión, es aún más relevante no pararse mantener el ritmo. Por eso, aunque cometas alguna nota falsa, sigue adelante y olvídate del error. 

7. Expresa la música y relájate

Recuerda siempre que estás haciendo música. Otorga a cada nota la expresividad que requiere, atendiendo a todos y cada uno de los signos de expresión que aparezcan.  Relaja la tensión física y emocional que te pueda producir y mantén una actitud positiva.

Ejercicios de manos y dedos para músicos