domingo, 13 de abril de 2014

Entrena tu respiración

Los músculos respiratorios, al igual que la mayoría de los músculos, tienen una función mecánica, en este caso la de expandir la caja torácica para favorecer la entrada de aire. Al igual que el resto de músculos pueden ser entrenados para optimizar su función y obtener mejores resultados no solo en el rendimiento deportivo/musical en actividades cardiovasculares, sino también a nivel postural para modificar o evitar patrones posturales incorrectos.
La respiración es un acto reflejo que nos permite vivir y que pasa desapercibido, pero respiramos más de 20.000 veces por día. La frecuencia respiratoria es de 12-16 ciclos por minuto. Si se considera un valor medio de 15 ciclos/minuto, cada ciclo tendría una duración de unos 4 segundos. Este tiempo no se distribuye equitativamente entre las dos fases (1,5 seg. inspiración - 2,5 seg. espiración), la espiración en un ciclo en reposo dura más que la inspiración.


Musculatura respiratoria
INSPIRACIÓN
ESPIRACIÓN
Inspiración Normal
El principal músculo es el diafragma cuya contracción es responsable del 75-80% del movimiento inspiratorio. El diafragma al contraerse da lugar a una depresión o descenso del suelo de la caja torácica, aumentando el eje longitudinal de la misma y su volumen.
Los músculos intercostales externos, situados diagonalmente entre las costillas, elevan la parrilla costal al contraerse e incrementan el volumen de la caja torácica en sentido antero-posterior y transversal. Aunque se les atribuía un papel importante en la inspiración basal, se ha observado que su papel es más de soporte de la pared costal y de participación en respiraciones forzadas.
Espiración Normal

En condiciones de reposo, la espiración es un proceso pasivo que se lleva a cabo solamente por relajación de la musculatura inspiratoria (diafragma y los intercostales externos) y la recuperación elástica de los pulmones previamente distendidos en la inspiración.
Inspiración forzada

Participan otros grupos musculares denominados músculos accesorios de la respiración:
• Escalenos.
• Esternocleidomastoideo
• Extensores de la columna vertebral.
• Pectorales.
• Serratos mayores
Espiración forzada

Se contraen activamente los músculos accesorios de la espiración para lograr una presión intraabdominal mayor que generalmente ayuda también a la estabilización de la columna.
• Músculos de la faja abdominal, sobre todo de los profundos como el transverso y oblicuo interno.
• Intercostales internos.

Durante el trabajo cardiovascular, ya sea de potencia aeróbica o de larga duración, se produce una fatiga muscular que supone finalmente una limitación al rendimiento por lo que se denomina una fatiga muscular periférica. Viene generada por incidencia directa del esfuerzo en un músculo determinado y demandas de energía que superan sostenidamente a los aportes que recibe el músculo, se acumulan metabolitos y disminuye el pH. Por ejemplo al final de una serie de fuerza, en los gemelos al subir una pendiente o en el caso de la respiración, por una mayor demanda en la ventilación y fatiga del diafragma.

Por la redistribución de la perfusión, existe una disminución del flujo sanguíneo hacia los músculos inspiratorios, ya que los músculos activos de la locomoción tienen preferencia en el aporte sanguíneo. Por tanto, se genera un déficit relativo del aporte de sangre al músculo diafragma que supone un menor aporte de oxígeno y una mayor acumulación de metabolitos de desecho. Si esto sucede en esta fase crítica que es cuando los músculos inspiratorios se les demanda un mayor esfuerzo para vencer la resistencia ventilatoria aumentada, lo que acontecerá será una fatiga prematura.


Respiración en la fatiga

Cuando realizamos algún esfuerzo donde se alcanza la fatiga cardiorrespiratoria, inmediatamente realizamos el gesto de inclinarnos hacia delante y apoyar las manos en las rodillas. Esta posición favorece la entrada de aire requiriendo un mínimo esfuerzo a los músculos respiratorios. Muchos atletas al terminar una serie o carrera adoptan esta posición para una rápida recuperación, también los corredores de montaña, cuando la pendiente se hace muy acusada y además de la fatiga muscular se eleva la frecuencia respiratoria y cardiaca, rápidamente acercan sus manos a la rodilla para facilitar la subida. La posición más horizontal facilita la entrada de aire y el empuje de los brazos permite una mayor expansión de toda la parrilla costal, si necesitas una entrada de aire rápida y sin esfuerzo, esta es la posición más indicada.

En personas ya entrenadas, sobre todo aquellas que tienen al entrenamiento cardiovascular como principal componente, un trabajo específico sobre los músculos respiratorios indudablemente conllevará a un mejor rendimiento. El principal beneficio además de movilizar toda la caja torácica, es la de conseguir una economía de esfuerzo en estos músculos que durante trabajos cardiovasculares exigentes producen acidez y consumen oxígeno, compitiendo con los músculos locomotores. Con una mejor adaptación, estos inconvenientes se minimizan y evitaremos una fatiga periférica de los músculos inspiradores.

Se han diseñado aparatos específicos para el entrenamiento de los músculos respiratorios que facilitan su uso y sobre todo regulación de la intensidad. POWERbreathe es un mecanismo que opone resistencia a la respiración y que aunque se inició en el ámbito de la salud para tratamiento del asma, hoy en día presenta diseños específicos para la mejora y el rendimiento en deportistas.
Se aconseja realizar diariamente 2 sesiones con 30 inspiraciones en cada sesión, se aumenta ligeramente la resistencia del POWERbreathe para conseguir esa sensación de fatiga. Si una vez aumentada ligeramente la resistencia, en la segunda sesión completamos las 30 inspiraciones sin apenas esfuerzo, ello significa que debemos seguir aumentando la resistencia para la próxima sesión.
 
Mejor respiración, mejor postura

. En la vida laboral y cotidiana se adoptan posiciones corporales pasivas de ahorro energético con baja actividad muscular, es habitual observar posturas con patrones incorrectos como sentarse inclinado con actitud cifótica (chepa). A largo plazo la adopción sistemática de esta posición genera un patrón característico en personas sedentarias denominado "Síndrome cruzado" que limitará la función ventilatoria. Generalmente se generan compensaciones donde además de la cifosis se acompaña de una escoliosis, alteraciones que determinan una mayor rigidez del tórax con graves acortamientos musculares que interfieren en una adecuada mecánica respiratoria.
Consejo experto

Con una simple ventilación amplia repetida y de forma sistemática, estas personas pueden obtener grandes mejoras en su postura. Nada más levantarte, cada cierto tiempo en la oficina y muy aconsejable, antes de comenzar la realización de un ejercicio cardiovascular, conviene realizar varias inspiraciones amplias donde se consiga la máxima expansión de la caja torácica. Este simple ejercicio, permite cambiar el patrón postural, causa principal de estas alteraciones.

EJERCICIOS DE RESPIRACIÓN ESPECÍFICOS
El objetivo es ofrecer una resistencia al trabajo de estos músculos para obligarles a un trabajo más exigente. Existen en el mercado aparatos específicos, pero también podemos aplicar multitud de ejercicios sencillos y a nuestro alcance para conseguir beneficios.

 Directrices:
            Es aconsejable que las inspiraciones sean completas, ya que es la única forma de trabajar la musculatura y función en todo el rango de movimiento.
            Realizar entre 20 y 15 respiraciones, lo que supone 50-70% de la Presión Inspiratoria Máxima.

Para garantizar la activación de los músculos profundos, coloca una botella llena de líquido sobre tu abdomen, relaja tus músculos de la pared abdominal y realiza una respiración abdominal, coge aire elevando tu abdomen, la botella rodará hacia la zona de la cadera.




Ahora cambia tu tipo de respiración y realiza una respiración torácica. Activa tu musculatura profunda reduciendo el diámetro abdominal, la botella ahora rodará hacia abajo por el vacío abdominal producido y colocándose sobre el ombligo.

Realiza varias respiraciones torácicas, debes sentir como se eleva y desciende tu caja torácica pero la botella permanecerá inmóvil sobre el abdomen. En el momento que se utilice la respiración abdominal la botella rodará.



Túmbate sobre un fitball, realizar una inspiración amplia torácica. El diámetro abdominal permanecerá reducido con el transverso activo mientras es la caja torácica la que se expande en la inspiración y el pecho es el proyectado. Debes sentir como el pecho presiona el balón y la pared abdominal apenas siente la presión de la pelota.
Este ejercicio sobre el balón aplica una presión a la caja torácica que ofrece cierta resistencia a su expansión. De esta forma tenemos un ejercicio con resistencia sobre los músculos respiratorios, es una forma de fortalecer a el diafragma e intercostales que son los responsables de expandir la parrilla costal.




Un ejercicio sencillo que activa a los músculos respiratorios además de expandir la caja torácica consiste en realizar varias respiraciones profundas, llenado al máximo los pulmones. Realiza la inspiración acompañando la posición del cuerpo con una rotación externa de brazos llevando los pulgares hacia atrás, coloca la mirada hacia arriba, cierra la boca e inspira por la nariz, esta posición logrará cambiar tu patrón de flexión a uno dominante de extensión.




Realiza varias respiraciones inflando un globo, para ello la presión en la ventilación tendrá que ser mucho mayor por la resistencia ofrecida por el globo. Colócate las manos sobre el abdomen y espalda para percibir que el abdomen permanece reducido con el transverso activo.