domingo, 15 de diciembre de 2013

¿Cuantas horas hay que practicar al día?

 
¿Cuántas horas al día debemos practicar? Esta es una pregunta con muchas respuestas. En este artículo, el Dr. Kageyama nos da un numero de variables y comportamientos que nos ayudaran a definir cuanto tiempo es bueno para cada músico. La práctica deliberada es la clave para la respuesta a esta pregunta. Espero que este artículo les ayude a encontrar la manera más efectiva de practicar. “Practica con tus dedos y necesitaras todo el día. Practica con tu mente y lo podrás hacer en una hora y media”. Leopold Auer
David López  
Escrito por: Dr. Noa Kageyama
Traducido por: David López 
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¿2 horas? ¿4 horas? ¿8 horas? ¿12 horas?

¿Cuánto es suficiente?

¿Existe el “practicar demasiado”?

¿Existe un número óptimo de horas que debo practicar?

¿Qué dicen los instrumentistas?

Algunos de los grandes artistas del siglo veinte han hablado sobre este tema. Recuerdo que leí una entrevista con  Rubinstein hace algunos años, en la cual decía que nadie debe de practicar más de cuatro horas al día con la explicación de que si alguien necesita practicar más de cuatro horas al día, probablemente no lo está haciendo bien.

Otros grandes artistas expresaron ideas similares. Se dice que ViolinindesNathan Milstein  una vez le preguntó a su profesor   Leopold Auer  cuantas horas al día debería estar  practicando ( once asked his teacher Leopold Auer how many hours a day he should be practicing). Auer le respondió diciendo “Practica con tus dedos y necesitaras todo el día. Practica con tu mente y lo podrás hacer en una hora y media.”

Heifetz también afirmó que él nunca creyó en secciones largas de práctica y que la práctica excesiva es “!tan nociva como no practicar nada!” Decía que en promedio practicaba no más de tres horas al día y que no practicaba los domingos. Saben que esta no es una mala idea, uno de mis profesores Donald Weilerstein, me recomendó que estableciera un periodo de tiempo de 24 horas cada semana en el que no se me estaba permitido tocar el instrumento.

¿Qué dicen los psicólogos?

Cuando se trata de entender   la experticia y de tocar como un experto, el psicologo  Dr. K. Anders Ericsson es quizás la autoridad mundial en este tema. Su investigación es la base para la “regla de los diez años” y “la regla de las 10.000 horas” que sugiere que se requiere al menos diez años y y/o 10.000 horas de practica deliberada para lograr un nivel de experto en el desempeño de cualquier disciplina  y, para el caso de los músicos, a menudo cerca de 25 años para lograr un nivel elite internacional. Note que la clave real no es la cantidad de practica que se requiere (la cantidad exacta de horas es debatible)  sino el tipo  de práctica que se requiere para alcanzar el nivel experto en la interpretación del instrumento. En otras palabras, practicar de la vieja forma no es suficiente.

Práctica descuidada

¿Alguna vez has escuchado a alguien mientras practica? ¿Te has escuchado ti mismo mientras practicas?  Grábate a ti mismo por una hora, sal y camina un poco por la escuela de música y escucha a escondidas algunos de tus colegas o pídele a tus estudiantes que se imaginen que están en su casa y obsérvalos practicar durante su lección. ¿Qué observas?

Notaras que la mayoría de los estudiantes que practican descuidadamente, ya sea repitiendo (“practicar este pasaje  10 veces” o “practicar esta pieza por  30 minutos”) o practicar en modo autopiloto  (sucede cuando tocamos una pieza hasta que escuchamos algo que  no nos gusta, paramos, repetimos el pasaje de nuevo hasta que suena mejor y continuamos la pieza hasta que  escuchamos la siguiente cosa con la que no estamos satisfechos,  momento en el que comenzamos todo el proceso nuevamente).  Hay tres importantes problemas con un método de práctica descuidado.

1. Es un desperdicio de tiempo

¿Por qué? Primero, cuando se practica de esta manera ocurre muy poco aprendizaje productivo. Esta es la manera como podemos practicar una pieza por horas, días, semanas y sentir que no hemos mejorado mucho. Mucho peor, lo que estas realmente haciendo es cavando tu propia tumba ya que lo que hace este modelo de práctica es fortalecer aquellos hábitos y errores indeseables, aumentando literalmente tus posibilidades de cometer errores de una manera consistente mas adelante. Esto hace que sea más difícil corregir los malos hábitos en el futuro,  de manera que te encuentras adicionado más tiempo de práctica del que es necesario con el fin de  eliminar esos malos hábitos y malas tendencias. Una vez trabajé con un profesor de saxofón que le gustaba recordarle a sus estudiantes que “la práctica no lo hace a uno perfecto sino que crea hábitos permanentes”  (“Practice doesn’t make perfect, practice makes permanent.”)

2. Pierdes la confianza

Además, practicar descuidadamente disminuye la confianza en ti mismo, ya que una parte de ti se da cuenta que no sabes realmente como producir consistentemente los resultados que quieres. Incluso si estableces una tasa de éxito alta en los fragmentos más difíciles por medio de la practica descuidada  y  te das cuenta que puedes tocar correctamente tres o cuatro veces de cinco intentos, tu nivel de confianza no crecerá mucho. La confianza real en el escenario proviene de (a) ser capaces de tocar correctamente diez veces de diez intentos, (b) darse cuenta que no es una coincidencia que puedas tocar correctamente cuando quieras y más importantemente (c) saber precisamente las razones por las que tocas correctamente o por las que fallas. Por ejemplo, sabes exactamente lo que necesitas hacer desde el punto de vista de la técnica para tocar un pasaje correctamente cada vez que quieras.

Quizás no puedas tocar perfectamente al principio, pero para eso es que el la repetición, para reforzar los buenos hábitos hasta que son más fuertes que los malos hábitos. Se parece un poco a cuando tratamos de tener un césped bonito. En vez de entablar una batalla de nunca acabar con la maleza, inviertes tu tiempo tratando de cultivar  el césped de manera que con el tiempo el césped es mayor que la maleza.

Y más importante aún. Tendemos a practicar inconscientemente, y terminamos tratando de tocar en el escenario de una manera consiente lo cual no es una gran fórmula para el éxito. Recuerda en este artículo (http://www.davidlopeztuba.com/1/post/2013/11/cmo-hacer-de-la-ansiedad-al-tocar-una-ventaja-en-vez-de-un-problema.html) que tenemos una tendencia a pensar con el sobre analítico hemisferio izquierdo del cerebro cuando estas en el escenario. Pues bien, si has practicado inconscientemente, en realidad no sabes tocar la pieza perfectamente cuando quieras. Cuando de repente tu cerebro pasa a estar en el modo de total conciencia, terminas en pánico porque no sabes qué instrucciones darle a tu cerebro.

3. Es tedioso y aburridor 

Practicar descuidadamente es una faena. La música es quizás una de las actividades basadas en habilidad en la que los objetivos de la práctica se pueden medir en unidades de tiempo. ¿Todos hemos tenido profesores que nos dicen que nos vayamos a casa y practiquemos un pasaje x número de veces o que practiquemos x número de horas, verdad?  Lo que realmente necesitamos son objetivos más específicos tales como “practica este pasaje hasta que suene como ____”, o “practica este pasaje hasta que puedas sonar como _____”.

Después de todo, no importa cuánto tiempo pasamos practicando algo, lo único que importa es que sepamos como producir los resultados que queremos y lo podamos hacer consistentemente cuando queramos.

Práctica deliberada

¿Qué es práctica deliberada  o consiente? La práctica deliberada es una actividad sistemática y altamente estructurada, la cual es,  a falta de un mejor término, científica. En vez de un proceso inconsciente de  ensayo y error, es un proceso de experimentación consciente y activo con objetivos e hipótesis claros. El violinista Paul Kantor  una vez dijo que el salón de práctica debe de ser un laboratorio donde uno puede  jugar con ideas diferentes, musicales y técnicas, para ver  que combinación de ingredientes produce los resultados que buscas.

La práctica deliberada es a menudo lenta y requiere de la repetición  de pequeñas secciones específicas de tu repertorio en vez de tocar de principio a fin (es decir, trabajar en la primera nota de tu solo para asegúrate de que “habla” exactamente cómo quieres que sea en lugar de tocar toda la primera frase.)

La práctica deliberada requiere la supervisión  de nuestras presentaciones en el escenario (en tiempo real pero también por medio de grabaciones), buscando continuamente nuevas maneras de mejorar. Significa que tenemos que escuchar lo que pasa para poder decir exactamente qué fue lo que falló. Por ejemplo, ¿la primera nota salió alta? ¿Baja? ¿Demasiado forte? ¿Muy suave? ¿Muy estridente? ¿Demasiado corta? ¿Muy larga?

Digamos que la nota salió muy alta y muy larga sin suficiente ataque al comienzo. Bien, ¿cuán alta salió? ¿Poco? ¿Mucho? ¿Cuánto sobró con respecto a lo longitud que querías que sonara? ¿Cuál es la intensidad del ataque que querías?

Ok, la nota estaba un poco más larga, y necesitaba un ataque mucho más claro para que correspondiera a la articulación y a las dinámicas marcadas en la partitura. Entonces, ¿Qué la nota salió alta?  ¿Qué hiciste? ¿Que necesitas hacer para asegurarte que la nota salga perfectamente a voluntad? ¿Cómo te aseguras de que la longitud de la nota es la que quieres exactamente y qué haces para tener un ataque limpio y consistente al comienzo de la nota para que la frase empiece con el carácter correcto?

Ahora, imaginémonos que grabaste todo y puedes escuchar como sonó el último intento.  ¿Esa combinación de ingredientes te da el resultado que quieres? En otras palabras, ¿la combinación de ingredientes expresa el estado de ánimo y el carácter que deseas comunicar a la audiencia tan efectivamente como pensaste que sería?  Pocos músicos se toman el tiempo de parar, analizar qué fue lo que falló, por qué  paso y cómo corregir el error de manera permanente.

¿Cuántas horas al día debo practicar?

Te vas a dar cuenta de que la práctica deliberada es muy agotadora, dada la tremenda cantidad de energía que se requiere mantener todos nuestros recursos de atención para la tarea que se está realizando. Practicar mas de una hora cada vez va a ser probablemente improductiva y honestamente, probablemente imposible mental y emocionalmente. Incluso los individuos más dedicados tendrían dificultades para practicar más de cuatro horas al día.

Hay estudios que han variado la duración de la práctica diaria entre 1 hora y 8 horas, y los resultados sugieren que se obtiene poco beneficio cuando se practican más de cuatro horas al día y que las posibilidades de beneficio decrecen después de la segunda hora.  La clave es controlar siempre el nivel de concentración que eres capaz de sostener.


5 claves para una práctica más efectiva 

1. Duración

Defina la duración de sus secciones de práctica de acuerdo al tiempo en el que pueda estar totalmente concentrado. Puede ser tan corto como  10-20 minutos para estudiantes jóvenes y tan largo como  45-60 minutos para músicos experimentados.

2. Sincronización

Mantén un registro de los momentos durante el día en el que tienes la mayor cantidad de energía. Puede que sea a primeras horas de la mañana o antes del almuerzo, etc. Trata de llevar a cabo tus secciones de práctica durante estos periodos de tiempo naturalmente productivos ya que son momentos en los que serás capaz de enfocarte y pensar más claramente.

3. Objetivos

Utiliza una libreta de anotaciones. Mantén un registro de los objetivos de tu práctica y lo que descubres  durante tus secciones de práctica. La clave para entrar en la “zona” cuando practicamos es buscar constantemente la claridad de nuestra intención. En otras palabras,  tener una idea clara del sonido que quieres producir, o la frase particular que quieres ensayar o la articulación específica, la afinación, etc. para que puedas tocarla consistentemente. Cuando descubres algo, anótalo en la libreta.  A medida que empecé a practicar más cuidadosamente, comencé a aprender tanto durante mis secciones de práctica que si no escribía cada descubrimiento, lo olvidaría.

4. Más inteligente no más fuerte 

Algunas veces si un pasaje en particular no está saliendo como quieres, quiere decir que necesitas practicarlo más. También hay momentos en los cuales no necesitamos practicar más fuerte sino que necesitamos una estrategia o técnica diferente.

Recuerdo que tenía problemas con el pizzicato de mi mano izquierda en la variación del capricho 24 de Paganini. Me estaba dando frustración y continuaba tratando más duro para hacer que las notas hablaran, pero todo lo que logré fue herir mis dedos hasta el punto de sangrar. Me di cuenta que tenía que haber una forma más inteligente, más efectiva de lograr mi objetivo.

En lugar de tratar obstinadamente de usar una estrategia o técnica que no estaba funcionando para mí, me obligué a dejar de practicar dicho fragmento. Pensé en diferentes soluciones al problema durante un día o dos y escribí las ideas a medida que sucedían. En el momento en el que creía que tenía algunas soluciones prometedoras, empecé a experimentar. Finalmente, encontré la solución en la que había estado trabajando por una semana o más y toqué el capricho para mi profesor y ¡él me preguntó cómo hacia hablar las notas tan claramente!

5. Modelo de resolución de problemas

Considera este resumido modelo de 6 pasos para resolver problemas (adaptación de varios  procesos de resolución de problemas (problem solving processes) en línea).

  1. Define el problema (¿Cómo quiero que suene esta nota o frase?)
  2. Analiza el problema (¿Cuál es la causa de que suene así?)
  3. Identifique las soluciones potenciales (¿Qué debo cambiar para hacerlo sonar más como yo quiero?)
  4. Pruebe las soluciones potenciales para seleccionar cual es la más efectiva (¿Cuál parece haber funcionado mejor?)
  5. Implemente la mejor solución (haga que los cambios sean permanentes.)
  6. Supervise la implementación (¿Estos cambios continúan produciendo los resultados que estoy buscando?)
O más simple todavía, mira este modelo del libro de  Daniel Coyle “The Talent Code".

  1. Escoja un objetivo
  2. Trate de alcanzarlo
  3. Evalue la distancia entre el objetivo y  usted.
  4. Vuelva al paso uno
No importa si hablamos de perfeccionar la técnica o  de experimentar con diferentes ideas musicales. Cualquier modelo que defina objetivos claramente articulados que nos inviten a pensar más inteligentemente y más sistemáticamente nos ayudará a disminuir tiempo perdido de práctica ineficaz.

Después de todo, ¿quién quiere pasar todo el día en el salón de práctica? ¡Entre, haga las cosas bien y salga!

ACTUALIZACION: ¿Piensas que todo esto tiene que ver solamente con música clásica? Para los aficionados al jazz miren esta publicación “practicar efectivamente” (practicing effectively) escrita por el aclamado violinista de jazz Christian Howes para una perspectiva útil y consejos sobre la práctica del jazz. Como dato curioso, estuvimos juntos en clases del método Suzuki en Columbus, Ohio  cuando éramos niños.

ACTUALIZACION #2: Encontré esta publicación bien pensada sobre práctica deliberada (post on deliberate practice  escrita por un joven y astuto chelista de la Northwestern University.

ACTUALIZACION #3: y un excelente  y provocador escrito sobre le practica deliberada para la gente de negocios, ( piece on deliberate practice for folks in business)  y otros campos no musicales (un blog fascinante además).
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Acerca del Dr. Noa Kageyama
Psicólogo de la  interpretación instrumental (Performance psychologist) alumno y profesor en  Juilliard, Dr. Noa Kageyama le enseña a los músicos a tocar con su máximo potencial en situaciones de presión a través de casos reales, asesorías y cursos en línea.  Dr. Kageyama vive en la ciudad de Nueva York, está casado con una pianist increible, tiene dos niños divertidos y tiene una leve obsesión con  tecnología y los productos de Apple.  
Para más información visite:
http://www.bulletproofmusician.com

martes, 10 de septiembre de 2013

Como prevenir la tendinitis en los músicos


viernes, 30 de agosto de 2013


TENDINITIS EN MÚSICOS. ¿CÓMO PREVENIRLA?


Por Ft. Sandra Romo



La gran mayoría de mis consultas es debido precisamente a tendinitis. Me gusta explicarle a mis Pacientes que de nada sirve tratar sólo un síntoma, por lo que es muy importante que de manera sencilla conozcan cuál es su causa. Y en Músicos, tenemos dos principalmente.

Debemos saber que los tendones son tejido conectivo fibroso que une los músculos a los huesos. Los músculos tienen la capacidad de contraerse y relajarse, y a su vez los tendones son los responsables de transmitir la fuerza desde el músculo hasta el hueso para lograr el movimiento. 


Sin embargo, cuando hay un sobreuso de la musculatura, falta de calentamiento y estiramiento, así como de descansos adecuados o excesiva tensión durante la ejecución musical, los músculos pierden la capacidad de relajarse (expandirse) en su totalidad, y por lo tanto los tendones acumulan tensión, produciendo micro traumas (micro heridas) con la consecuente INFLAMACIÓN, llamada tendinitis (en inglés tendonitis). Y esta es una causa.  La otra causa es por el exceso de tono muscular al tocar, al apretar de más los tendones literalmente rozan entre sí, causando también microtrauma.




Por no ser de origen traumático, si no más bien repetitivo, la inflamación en Músicos es microscópica. Su principal manifestación es el dolor. Ya que la fatiga muscular, es la antesala de la tendinitis, los músicos que estudian bajo la primicia  “no pain, no gain” (sin dolor, no hay ganancia) pueden estar en mayor riesgo de padecerla.



                                    (si abarca a la vaina, se le llama tenosinovitis)




En músicos los tendones más propensos a inflamarse son los de los flexores y extensores de los dedos (que están en el antebrazo muy cerca de los codos), también los tendones del pulgar y de la muñeca, el tendón tricipital y el tendón de aquiles en bateristas.


                                  



Aquí unos consejos para evitarla:

  • ·       Una práctica musical sin riesgos y saludable incluso para el mismo cerebro, deberá tener descansos adecuados; recomiendo 45 minutos de práctica por 15 minutos de descanso, o 1 hora de práctica por 30 minutos de descanso, así varias veces al día.
  • ·       Resulta benéfico administrar inteligentemente el tiempo de estudios y ensayos.  Es mejor ser constante y practicar seis días de la semana que “descansar” unos días y cargar los demás, sobre todo si se prepara para un concierto, examen o recital.
  • ·       Si además se practica un deporte, es importante dejar descansar al cuerpo por lo menos dos horas antes de la práctica con el instrumento.
  •        Los cambios bruscos de instrumento, repertorio o técnica, aumentan las exigencias físicas y con ello la tensión muscular, poniendo en riesgo principalmente a los tendones. El cuerpo y sus finos movimientos durante la interpretación, requerirán siempre de un periodo de adaptabilidad. Introdúcelos poco a poco y no bruscamente.
  •       Ten una alimentación balanceada y rica en vitamina C (presente sobre todo en cítricos) ya que ayuda a la formación del colágeno, proteína esencial que constituye los tendones.
  •       Una adecuada hidratación durante ensayos y presentaciones, sobre todo en climas calurosos, es fundamental para evitar la pérdida de minerales y agua, y por ende la fatiga muscular.
  •       Si ya hay dolor, evita hacer estiramientos, eso puede empeorar una tendinitis en fase agua (que inicia).  Mejor evita tocar y atiéndelo antes de que se haga más grave.
  •       Realiza ejercicios de calentamiento y estiramiento previos para preparar a los grupos musculares involucrados. Después de tocar, realiza estiramientos suaves sin producir dolor pues ayudarán a que tus músculos se recuperen y tus tendones no acumulen tensión. Puedes ver una rutina de ejercicios recomendados especialmente para músicos en el siguiente link:  http://www.youtube.com/watch?v=kvqsVu2RBlE

El dolor es un síntoma e indica que algo no está bien.  Nuestro cuerpo es sabio y nos avisa. ¿Qué tan capaces somos de escucharlo y atender a su llamado?.   

Y a propósito ....

¿Mito o realidad?: Después de tocar lavarse las manos con agua fría, hace daño

¡ES MITO!
Puede ser que el mito haya comenzado con las abuelitas que después de cierta actividad como planchar, se lavaban con agua fría las manos, y les dolía, porque ese contraste (calor-frio) es doloroso y si más adelante les venía una enfermedad como la artritis reumatoide, lo asociaban al dolor que experimentaron, echándole la culpa al frío. Lo cierto es que la terapia de contraste sirve para tratar la artritis reumatoide, para etapas subagudas de afecciones, entre ellas, la tendinitis y es muy importante que sepan que incluso es beneficioso aplicar frío después de tocar si hubo mucha fatiga muscular o dolor ya que evita la inflamación. Algunos pacientes pueden constatarlo.











sábado, 26 de enero de 2013

Las cañas, tratamiento y mantenimiento


INTRODUCCION



Al igual que las cuerdas vocales vibran al hablar o al cantar y generan el sonido de la voz, cuando tocamos el saxofón, la que vibra es la caña y genera su sonido. Pero se nos plantean las siguientes cuestiones: ¿Se pueden ajustar las cañas? ¿Cómo se retocan?, a simple vista ¿cuáles pueden servir? ¿cómo su conservan mejor?, etc... a todas estas cuestiones vamos a intentar contestar.


Siete milésimas de pulgada (0,02 mm.) o menos es aproximadamente el espesor de la punta de la caña de un saxofón y cada nota que tocas, desde los acentos más fieros hasta los susurros más cálidos, se producen en esa delgado  pieza vibrante que es la caña.


1.- DESCRIPCION DE LAS CAÑAS


Tubos y pulpa

Toda caña, vista con lupa, consiste en innumerables tubos o fibras huecas aglutinadas con una sustancia intermedia: la pulpa.
Cuanto más tiempo tocas con una caña más blanda se pone la pulpa y menos elásticas se vuelven las fibras, hasta que ya no hacen lo que tenían que hacer. Si cuidas bien una caña pude durar dos o más meses, pero tarde o temprano pasará a mejor vida.

La fuerza en números

Hasy cañas blandas y duras, clasificadas con números. La mayoría de las márcas van del 1 al 5, de medio en medio punto. Una caña o lengüeta del nº 2 no es más delgada que una del nº 4 de la misma marca y serie, sino que que está hecha de un trozo de caña más blando. Las cañas blandas duran menos.
Las duras dan un sonido mayor, más compacto y pleno, pero necesitan de un buen control de la respiración y una embocadura bien desarrollada.
Las blandas responden con más facilidad y se puede tocar muy suavemente con ellas.
Por otra parte, dan un sonido ligeramente más delgado y la afinación puede ser más difícil.
La mayor parte de los principiantes encuentran que es útil empezar con una caña blanda, pero casi todos terminan cambiando a una más dura.

Los números son relativos

Igual que con las boquillas, hay tablas que te ayudan a comparar las distintas marcas. Por ejemplo, una caña del 2 y ½ de una marca puede ser más dura que una del 3 de otra, y hay variaciones parecidas entre las distintas series de la misma marca. Además, como la caña es un material natural, siempre habrá pequeñas diferencias entre caña “idénticas”.

Tu boquilla

Las boquillas con apertura pequeña necesitan cañas más duras. Si la caña es muy blanda, se cerrará y no responderá en absoluto. Por el contrario, una boquilla con gran apertura tocará con más facilidad con una caña blanda.
Normalmente, una buena opción para los principiantes es una caña mediana, como 2 ó 2 y ½, en una boquilla con una apertura media-pequeña.

Corte francés y americano.

Puede que te encuentres con los términos corte francés o caña francesa, y corte americano o caña americana (french cut y american cut).
La caña francesa, utilizada sobre todo por los músicos clásicos, tiene la punta más delgada y es un poco más gruesa en la zona del corazón. La caña de corte americano tiene la punta un poco más gruesa y menos corazón, y produce un sonido más espeso y mejor dirigido. En cualquier caso, no hay modelo bien definido para ninguna de las dos.

Limado francés

Para “confundir” un poco más también existe el limado francés. Este acabado es bastante diferente como se ve en los dibujos de abajo. En las cañas con limado francés, se ha rebajado mediante limado o pulido un poco de la corteza que hay detrás de la curva donde empieza el empeine. Estas cañas tienen mayor respuesta y dan un sonido más brillante y abierto. Así puedes compensar el efecto de una boquilla demasiado suave u oscura.



 
2.- COMO RECONOCER UNA BUENA CAÑA

Consejos

Si todavía estás buscando la caña perfecta, compra varias suletas de distintas marcas y durezas y pruébalas todas, teniendo en cuenta que no hay dos cañas exactamente iguales, ni siquiera las que son de la misma caja.
¿Qués es lo más importante que hay que tener en cuenta a la hora de tocar con una caña determinada?. Se supone que ésta debe permitirte tocar lo que tú quieres tocar, con la mayor facilidad posible.


EXAMINANDO LAS CAÑAS

Prácticamente en todas las cajas encontrarás cañas buenas, intermedias y malas. Un exámen cuidadoso puede servir para descartar las malas con rapidez (de forma general). Por ejemplo, las cañas asimétricas no te van a ayudar nada a tocar mejor.

La V

El perfil del corte de la caña puede verse examinándola al trasluz. La caña debe deber ser gruesa en el centro, especialmente en el área del corazón, y adelgazarse progresivamente hacia los bordes y la punta. Una caña desigual puede dar pitidos y es improbable que suene.


Flexibilidad

Pasando cuidadosamente los dedos pulgar e indice por los bordes, puedes saber si la flexibilidad de la caña es la misma en ambos lados, como debería ser.

Color

Las lengüetas amarillo verdosas proceden de plantas jóvenes y no suelen reponder bien. Y si lo hacen, no durarán mucho tiempo. No las tires; apártalas una buena temporada y pruebala después. El color de una buena caña varía entre amarillo dorado y amarillo marrón.

La veta y los nudos

La veta debe ser uniforme en toda la caña, con fibras densamente apretadas, distribuídas con uniformidad y paralelas entre sí. Si tiene nudos en el empeine, puede vibrar desigualmente, lo que da un sonido desigual.


3.- PRUEBA DE CAÑAS

Los saxofonistas suelen comprar las cañas por cajas, no para tener para todo el año, sino porque no todas salen buenas. Son como las manzanas: unas salen mejor que otras, aunque vengan todas del mismo arbol.

Humedad

Para familiarizarse con las cañas que acabas de comprar, tienes que tocarlas. Humedercerlas primero, porque una caña seca no vibrará adecuadamente, y si absorbe la humedad mientras tocas, es posible que se deforme. Aunque se recomienda humedecerlas con la propia saliva, también se tiende a introducirlas en un vaso de agua tibia, con la punta hacia abajo.

Cristal

            Se recomienda guardar las cañas en una supercifie plana, como por ejemplo, un crital. El cristal ayuda a que la caña se conserve plana y elimina las ondulaciones o arrugas de la punta. No se dede utilizar plástico, pues difícil mantenerlo limpio.

Cañas buenas y malas

            Aprenderás la diferencia entre las cañas buenas y las malas con la experiencia. Una caña que resulta buena desde el primer momento puede que no dure, por ser de una planta demasiado joven y blanda. Por otro lado, puede que encuentres cañas que sólo suenan bien después de un período de doma.

Marca las cañas

            Otro consejo: pureba todas las cañas y puntúalas, usando por ejemplo el signo + para las mejores y el signo – para las peores, con tres niveles entre medias. Separa las cañas buenas para tocar y reserva las malas, pues pueden mejorar con el tiempo. ¿Y las que parezcan buenas pero le encuentres algún “problemilla”?. A continuación te explico:


4.- PROBLEMAS QUE SE PLANTEAN

 
DEBES TENER EN CUENTA:

1.     Sólo hay un sitio que debas evitar: el corazón, espina dorsal de la caña, marcada con una X en la ilustración.
2.     Los buenos resultados no están garantizados. Incluso después de dos horas de trabajo, puede que sigas teniendo un trozo de palo intocable.
3.     Lo que quites se irá para siempre, así que trabaja despacio.
4.     ¿Cuánto es demasiado? Al ajustar la caña piensa en décimas de milímetro.
5.     Mientras ajustas, tienes que probar los resultados con frecuencia.
6.     Una caña mediocre puede mejorarse casi siempre. Y si tienes práctica, también una mala. Para hechar a poerder una buena caña no se necesita experiencia ninguna.
7.     ¿Muchos problemas de las cañas? Prueba otra marca, otra serie u otra dureza.
8.     Una caña sorda puede suavizar una boquilla demasiado brillante o ronca, y viceversa.
9.     No te preocupes mucho por una punta ondulada. Las ondulaciones desaparecerán en cuanto toques un poco, cuando mojes la caña.
10.  Hay libros que tratan más en profundidad este tema uno de ellos es es “El arte de tocar el Saxofón” de Larry Teal y otro “El ajuste de las cañas en el clarinete y el saxofón” de José Carlos Luján y Francisco Pérez Aranda (Mundimúsica Ediciones)  

Cañas sordas o chillonas

            Unas cañas pitan y otras suenan muy sordas. Unas son muy duras y otras muy blandas, o son de grosor desigual. O no están bien pulidas por el lado superior o por el ingerior. Es decir, que hay cañas intocables de todo tipo. Pero se puede hacer el intento de “ajustarlas”.

5.- EL AJUSTE DE LAS CAÑAS

            Tirar cañas es fácil y rápido, pero sale muy caro. Aprender a ajustarlas lleva tiempo y paciencia. (y un montón de cañas hechadas a perder). No hay una forma fija de hacerlo;  parece que cada saxofonista tiene su método, pero a continuación te doy unos cansejos básicos:

El pulido es fundamental

            La tabla de la caña debe estar perfectamente pulida para que cierre la ventana de la boquilla. Si no lo está, púlela pasándola unas cuantas veces sobre un papel de lija muy suave, que encontrarás en las ferreterías y puedes colocarlo sobre una superficie plana, como, por ejemplo, un cristal. Se debe hacer movimientos suaves y unformes a lo largo de la veta de la caña. No lijes la punta.

Demasiado blanda

            Si una caña es demasiado blanda puedes cortar con cuidado un poco de la punta con un cortacañas. Humedece toda la caña y no cortes nunca más de 1-1 ½ mm. Suaviza los borde con una lija muy fina, trabajando siempres hacia el centro de la punta.

Demasiado dura

            Una caña que sea muy gruesa no vibrará. Puedes adelgazarla, comienza en el área 1 ( del esquema de arriba). Ten cuidado por la caña es muy delgada en esta parte. Si no hay mejora, lima el área 2, y depués de la 3 y la 4. Rasca siempre los dos lados del empeine para mantener el equilibrio de la caña.

Demasiado estridente

            Las cañas chillonas pueden rascarse en los puntos 3 y 4. Este proble no es fácil de corregir.




Demasiado sorda

            Si la caña es sorda, comienza en el punto 1 y pruba después en el 3 y el 4, y si sigue fallando pasa al punto 2.

Pitidos

            Las cañas que tienden a dar pitidos suelen ser de las desiguales. Puedes intentar equilibrarlas adelgazando el lado más grueso. Como podrás imaginar, no es un trabajo fácil. Comprueba con frecuencia tus progresos; toca primero intentando hacer vibrar sólo el lado derecho de la caña y cambiando luego al izquierdo. Si el sonido no cambia, es que necesita todavía más ajustes.

Sigue experimentando

            Hay muchas otras formas de ajustar las cañas, y también muchas herramientas, desde las cuchillas de afeitar ordinarias a racadores y cuchillas especializadas. La mejor forma de cogerle el tranquillo es seguir probando, con cañas viejas o con las que tienes pensado tirar.

Portacañas

            Si guardas las cañas en un portacañas las proteges y se mantienen planas al secarse. En alternativa más barata consiste en colocar unas gomas en un trozo de cristal con los bordes redondeados.

 
Un cristal con gomas

 
Un portacañas


¿Cúanto duran las cañas?

Las cañas durarán el máximo si sigues estas sugerencias:

1.    Humedecer siempre las cañas antes de tocar y sécalas después, fratándolas en dirección a la punta.
2.     Pon las cañas nuevas en una superficie plana.
3.   Rótalas, no toques siempre con la misma caña. De esta forma alargarás la vida de estas.
4.    Algunos saxofonistas sumergen de vez en cuando las cañas en una solución al 3% de agua oxigenada (en farmacias), para limpiarlas y darles nueva vida. Enjuágalas bien con agua antes de voverlas a tocar.
5.     Guarda las cañas en un portacañas adecuado.